Saluda del párroco, para la Semana Santa 2007

Queridos amigos y feligreses:

Parece que fue ayer cuando celebrábamos en nuestra Comunidad Parroquial las fiestas de la Navidad. Y, sin embargo, ya estamos en Semana Santa.

Durante cuarenta días nos hemos preparado para celebrar los acontecimientos más importantes de nuestra vida cristiana. El tiempo de Cuaresma que estamos terminando nos dispone, con un corazón limpio y totalmente transformado, para celebrar el Triduo Santo: pasión, muerte y resurrección del Señor.

El próximo domingo, 1 de abril, comenzamos la Semana Santa con la celebración del Domingo de Ramos. La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén es el inicio de su camino al Calvario. Allí es aclamado por una gran multitud que decía: ¡Hosanna al hijo de David!, los mismos que más tarde gritarían: ¡crucifícale, crucifícale!

Después de esta celebración, casi sin darnos cuenta, entraremos en la celebración del Triduo Santo. Comenzaremos el Día de Jueves Santo celebrando la Última Cena del Señor con los discípulos donde nos dio el mandato de “hacer esto en recuerdo mío”. Es decir, Cristo nos pide que todos los domingos, los cristianos nos reunamos para celebrar el Sacramento de la Eucaristía, memorial de su Muerte y Resurrección.

Al día siguiente, el Viernes Santo, celebramos la Pasión y la Muerte del Señor. Juntos viviremos un día muy intenso. Muy de madrugada, acompañaremos a nuestro Patrón, Nuestro Padre Jesús Nazareno, en esa extraordinaria procesión, con reverente silencio y recogimiento. Luego, por la tarde, comenzaremos recordando los momentos más duros y difíciles del Señor: su pasión y su muerte en cruz. Para nosotros motivo de salvación, para otros motivo de ridículo e ignominia. La Santísima Virgen María, la Virgen de los Dolores, expresará en su rostro el dolor y el sufrimiento que siente ante los ultrajes realizados a su Hijo.

El Sábado Santo es para toda la Iglesia Católica un día de recogimiento y silencio a la espera de la Resurrección del Señor. Nos preparamos para celebrar por la noche la celebración de las celebraciones para los cristianos: la Solemne Vigilia Pascual. Cristo que vence nuestro pecado y nuestra muerte con su Resurrección.

Por último, queridos feligreses, el Domingo de Pascua, es el Día grande. Ahí es donde nace nuestra fe y nuestra esperanza. La excelsa procesión de Cristo Resucitado acompañado por María Santísima de la Natividad pondrán el culmen de las grandes celebraciones de nuestra Comunidad Parroquial para esta Semana Santa de 2007. Ahora sí, sin olvidar que esta es la imagen que debe quedar grabada en nuestros corazones: Jesús vive y reine para siempre, intercediendo por este querido pueblo de Jamilena ante el Padre.

Con mi afecto,

Antonio Pozo Haro

Párroco de la Natividad